Por. Marcelo Cardespi
Hija de la super modelo de los 60s y 70s Pat Cleveland y debutando a los 13 años para Karl Lagerfeld, Anna ha logrado que su exacerbada femineidad sea su carta de presentación como ninguna otra modelo lo pudiese representar. Etérea, delicada y sofisticada, es lo que la hace diferente al resto de otras modelos más consagradas como Caroline Trentini, Devon Windsor o Gigi Hadid.
Sin lugar a dudas es la modelo con más personalidad en el mundo del catwalk, donde su presencia siempre ha marcado la diferencia en relación con otras modelos y supermodelos como lo fue Naomi Campbell en los 90s por su forma de caminar.
Muchos de los grandes diseñadores del mundo le han permitido esta notoriedad por su teatralidad en presentar sus prendas en las pasarelas, de un caminar de pasos muy cortos, contoneando la cadera y moviendo su brazos y manos como una bailarina de ballet.
Musa de Jean-Paul Gaultier y maniquí de las principales casas de diseño «cleveland» sin lugar a dudas representa a la mujer que con tener una belleza completamente atípica, se ha dado un lugar privilegiado en el mundo de la moda por poseer una belleza completamente de siglos pasados.