Por. Pancho Silva
Siempre me ha gustado la moda como idea de creación, de arte. Fui agente de modelos o Booker (palabra que proviene del portafolio que acarreaban los modelos con sus trabajos fotográficos, para ser presentados a un cliente), durante gran parte de mi vida. Desde el 2003 hasta el 2017, trabajé en algunas de las más reconocidas agencias en Chile y tuve la oportunidad de viajar a lugares como Rusia, Praga, Polonia, Londres, Nueva York, Argentina y Brasil buscando modelos. Te preguntarás ¿cómo llegué a este trabajo?, pero no estudias para esta profesión y para mi, no era un objetivo. La verdad, ni siquiera sabía que existía: sólo estuve en el lugar indicado, en el momento justo.
Durante años, nos hemos ido enterando de lo que hay debajo de ese mundo, que muchas veces es totalmente opuesto al glamour que vemos. Y créeme, si eres parte de él puede ser aún peor. Al final del día, no todo puede ser retocado por el fotógrafo, ¿verdad?
Recordemos el documental de la BBC transmitido en 1999, donde se mostraba la otra cara del imperio de John Casablanca, que escondía un sombrío cóctel de sexo, drogas y corrupción o el documental “Girl Model” (2011), que revelaba el engaño que hacían algunos scouters de agencias, a niñas menores de edad y sus familias, ilusionándolos con contratos millonarios que podrían sacarlos de una situación de pobreza.
Cuando mi hermana modelo, a los 17 años recibió una oferta para viajar a Japón y un contrato por 3 meses, negociado por una de las agencias más importantes en Chile, sin duda fue un shock para nuestra familia. En ese entonces no sabíamos nada de este mundo y estas cosas sólo podías leerlas en revistas, como parte de las biografías de las “Supermodels” de los 90’s.
Recuerdo que le dije antes de partir: “La vida tiene muchas habitaciones, tendrás que elegir a cuáles prender la luz. Hay otras que sin duda es mejor dejarlas a oscuras”. Lamentablemente su especial sensibilidad, la llevó a ver las cosas más oscuras de esta profesión, que sin duda dejaron cicatrices hasta el día de hoy. Pero esa es otra historia.
Convencimos a mis padres, ellos firmaron los papeles legales necesarios y muchos contratos que entonces no entendíamos bien; adelantaron su cuarto medio, para que terminara antes finalizar el período y la despedimos con lágrimas y un abrazo apretado en el aeropuerto de Santiago, una noche oscura de Agosto del 2003. Ella fue una de las pioneras en dar el paso a una carrera internacional. Todo sucedió muy rápido.
El mercado Asiático estaba recién comenzando a repuntar luego de la crisis sanitaria producto del SARS, por ello, muchas modelos no viajaban, lo que jugó a nuestro favor. Mi hermana rápidamente logró ganar mucho dinero, realizando importantes campañas, que llevaron su portafolio hacia otros lugares de aquel continente, como Hong Kong, Singapur, Malasia y Corea, entre otros. Durante años era habitual que pasara largas temporada allá y otras en Chile, yendo a lugares donde podías cruzarte con Naomi Campbell, David Beckham o algún Príncipe Europeo. Lugares donde las modelos (en su mayoría adolescentes que no superaban los 21 años), eran invitadas para adornar “el espacio”, donde era secreto a voces que incluso ponían droga en sus tragos para “desinhibirlas”, transformándolas en presas fáciles para cualquiera.
Conozco este mundo, por ello no me sorprende que hoy aparezcan nombres de personas relacionadas al mundo de la moda en la lista negra de Jeffrey Epstein. Finalmente, es un círculo mucho más pequeño del que pensamos, vinculado estrechamente al dinero y al poder.
¿Cómo funciona un contrato internacional para una Modelo?
La agencia que contrata adelanta el ticket aéreo desde el lugar donde la modelo viaje, le asigna una cama en un departamento pequeño. En Chile, son bastante lujosos comparados a la realidad internacional, en los que compartirán con hasta 10 modelos de distintas nacionalidades. En algunos lugares los separan por sexo, en otros permiten que estén todos juntos. Además, les dan un dinero semanal para poder mantenerse y asistir a los casting que son su “obligación”, como parte del contrato.
Generalmente, el dinero semanal (que en Chile es cercano a los 30 mil pesos) no les alcanza, por lo que muchas optan por comer muy poco o casi nada, para así poder asistir a los castings, por eso es habitual que asistan a eventos pagados en la noche para hacer dinero adicional. El no asistir a más de dos castings, puede ser causal de ruptura del contrato y la modelo es inmediatamente devuelta a su país. Otra causal, es el aumento en las medidas de sus cuerpos : algunas agencias controlan sus medidas semanalmente.
Todo este dinero “adelantado” es considerado un préstamo, el cual va a una cuenta de la modelo y se va descontando con intereses, cuando comienza a realizar sus primeros trabajos, es decir, esta obligada a trabajar para pagar esas deudas que contrae desde que sube al avión, lo que genera una presión constante por trabajar, sumar, restar, conocer sus ingresos, y un nivel de competencia entre ellas mismas, lo que puede llegar a ser una verdadera guerra, más aún cuando son minoría étnica en alguno de estos departamentos.
Una vez que logran saldar sus cuentas con la agencia, comienzan a ganar dinero para su bolsillo, que menos los impuestos de cada país y la comisión de las agencias involucradas, nunca es más que el 40% del total. Es decir, para que puedan llevar dinero al final del contrato, deben haber trabajado muchísimo. A su favor, si no cubren la deuda, la agencia lo asume como una pérdida y no deben reembolsarlo.
Es importante destacar, la mayoría de las niñas que entran en este mercado, provienen de familias modestas, donde sus padres no pueden darles una tarjeta de crédito para gastos extras, por lo que quedan totalmente a merced de este dinero semanal que les entregan las agencias o lo que puedan hacer extra, de manera clandestina.
Muchos “Promoter” (organizadores de fiestas, que son una real mafia) las contactan para asistir estos eventos o fiestas pagadas, sin embargo muchos de ellos no les pagan y ellas no pueden cobrar.
¿Te has preguntado alguna vez, porque Chile nunca tuvo una Top Model?
Si revisas la historia de las chilenas que intentaron abrir paso en una carrera internacional, verás que después de un tiempo todas decidieran regresar y no volver a salir jamás. Muy pocas lograron mantenerse bajo este nivel de presiones para llegar a la cima, sino eres Kendall Jenner, hay mucho que soportar.
Por mi parte, siendo Booker sufrí amenazas de violencia física por no pagos a modelos de parte de la mafia. Recuerdo a mis compañeros de un taller de teatro, acompañándome a mi casa, por miedo a ser agredido. En el sauna de un exclusivo hotel capitalino (donde me había ganado unos tickets), escuché a hombres poderosos, hablando acerca de “las niñitas” que les traerían a Chile para “salir con ellas”. En una oportunidad me ofrecieron una suma no menor, sólo porque organizara “cenas” con modelos, para señores del mismo calibre. Otra vez, en la mitad de la noche, tuve que rescatar a una chica de las manos de un hombre mayor, a quien se le había pasado la mano con una droga y amenazaba con chocar el auto, entre otras cosas. Esto sólo en Chile, donde el mercado es bastante más “amoroso” que en otros lugares del mundo.
Recuerdo que una vez enviamos una modelo a hacer un catálogo de ropa de nieve, que se realizaría en un exclusivo centro de Ski en Europa. El presupuesto era alto, pero una vez que la chica llegó a encontrarse con el team en París, nos enteramos que no había ningún catálogo: las modelos serían compañía para altos ejecutivos en sus vacaciones en la nieve.
¡Qué triste es saber que detrás de un sueño para muchas, hay tanta sordidez y tanto abuso que estas niñas deben soportar, ante los ojos de quienes prefieren mirar para otro lado!
Ser Modelo es una linda profesión, pero ciertamente no tiene nada de bello alrededor.
Cada vez que traje modelos a Chile me sentí muy responsable, traté de estar siempre con ellas y gracias a las vivencias de mi hermana, trataba de evitar que se expusieran a situaciones desagradables.
Muchos en esta industria olvidan que ellas son personas y en su mayoría adolescentes, luchando contra tantas cosas, en un mundo que no es real y nadie está totalmente preparado. Así es muy fácil perder el equilibrio.
Ser un buen Booker para mi, va más allá de poner a tu modelo en una portada o una gran campaña. Es todo el camino que recorres: ser amigo, psicólogo, madre, hermano, consejero.
Las cosas son aparentemente distintas hoy o al menos así nos hacen creer.