CULTURE & MOVIES

La bella durmiente (2011). Un cuarto, prostitución, somníferos y Emily Browning.

Por. Marcelo Cardespi

Es la ópera prima en el cine de la novelista australiana Julia Leigh. Resulta ser que «SLEEPING BEAUTY»  se centra en el placer masculino, culpable o no, de sentirse atraído sexualmente por una chica que esta dormida en todo el acto sexual y en donde toda esa atracción física del filme es para la angelical  Lucy ( Emily Browning). Es en ese sentido una cinta para disfrutar si tus instintos sexuales son más bien algo fetichistas. 

La historia es la de una prostituta que es sometida a los efectos de un té somnífero para ser acostada, cuando está inconsciente, con hombres de clase alta. Una regla es que Lucy no puede ser penetrada, a lo que se añade la prohibición de dejarle marcas en el cuerpo. 

La bella durmiente resulta ser una analogía perfecta de las perversiones y morbos sexuales  como nunca antes visto y en conjunto con una dirección de vestuario, donde la lencería erótica es una de sus protagonistas.  

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