Por. Nicolás O. García
Leyendas de internet existen muchas, pero si hablamos de verdaderas figuras del mundo underground, existe una que de alguna u otra forma, para bien o para mal todos terminamos conociendo, hablamos de Johnnie Baima o mejor conocida como The Goddess Bunny. Nacida en Estados Unidos cuando recién comenzaba la década de los 60, la historia de Baima fue dura desde temprano, sufrió de abuso sexual en un orfanato al que fue a dar luego de la separación de sus padres, trabajó de prostituto durante dos años, padeció de polio y fue tratado negligentemente por los médicos, que le implantaron una barra de acero desde la zona superior a la inferior de su columna vertebral con el fin de reforzarla, lo cual afectó a su postura y detuvo su crecimiento.
Pero, ¿cómo es que Johnnie Baima se transformó en un ícono de la cultura under? Existe tanta nebulosa al rededor de su vida que hay que esclarecer un poco todo lo que rodea a esta enigmática figura. Johnnie adoptó el nombre «The Goddess Bunny» cuando decidió volverse drag queen, adquiriendo popularidad entre la subcultura hermafrodita y transgénero de Hollywood, y en el año 1986 posó para el fotógrafo Joel-Peter Witkin donde realizó un desnudo artístico. En 1998 el director estadounidense Nick Bougas rodó y estrenó la película independiente de su mismo nombre «The Goddess Bunny», protagonizada por la drag queen. El film se centra en un viaje por el underground gay de Los Ángeles, California, un club nocturno donde se presentan distintos personajes de todo tipo, entre gays, lesbianas y transgéneros, y por supuesto la anfitriona de la noche: The Goddess Bunny, vulgarmente denominada como un travesti deforme que baila tap dance.
The Goddess Bunny cuenta historias sobre relaciones amorosas, orgasmos y otras aventuras dentro de su personaje, pero también se muestra como una persona real y relata sobre como sufrió por las horribles terapias que los médicos usaron para mejorar su poliomielitis, los abusos que vivió en hogares adoptivos y un episodio de una violación múltiple que sufrió de parte de unos delincuentes en una camioneta. El mismo año del estreno de la película, The Goddess Bunny apareció en el video ganador de varios premios MTV «The Dope Show» de Marilyn Manson.
Sin embargo en 2007, quien era un personaje que unos pocos conocían pasó a adquirir fama (o mala fama) mundial, y como internet da para bien y para mal, se transformó lamentablemente en la «pesadilla» de muchas personas. ObeyDaWalrus era el nombre de un canal de YouTube que subía videos de corte tétrico, entre los cuales un video titulado «Obedece a la morsa» se hizo muy popular. El corto de unos dos minutos era una secuencia de la película de «The Goddess Bunny» donde aparecía la drag queen bailando tap con una sombrilla, solo que fue re-editada con la canción «La pequeña araña» de la serie infantil Barney y otros efectos perturbadores como la misma canción al revés y un escalofriante eco. El video se difundió rápidamente por internet y se forjaron varias leyendas urbanas creyendo que el mismo contenía un gran número de mensajes subliminales, despertando el miedo de los pocos que se atrevían a mirarlo.
En síntesis, el mito de Obedece a la morsa sólo demuestra la crueldad e ingenuidad del ser humano, que sin saber la verdadera historia de este personaje, lo convirtieron en el terror de juventud de niños y adolescentes. Sólo resta decir que The Goddess Bunny (quien posteriormente cambiara su nombre real a Sandie Crisp) además de ser una leyenda del underground, es una persona que vivió un montón de dificultades a lo largo de su vida, que logró superarlas a través del arte y eso la hace ser un personaje digno de admiración.