Por. Nicolás O. García
Corría el año 2012 y en plena víspera del apocalipsis, la escena electro–dark nos dejaba momentos brillantes como el tercer álbum de Crystal Castles (aún con Alice), del mismo modo un dúo irrumpió con un sonido dark wave que parecía sacado directamente de los años 80, Trust (en un principio). Conformado por Robert Alfons y Maya Postepski, quien posteriormente abandonara el proyecto para enfocarse en su otra aspiración musical, la banda Austra de la cual es baterista. Procedentes de Toronto, Canadá, la cuna de muchos placeres de la escena under, TR/ST llegaba para confirmarnos que el 2012 fue un gran año para ser darks.
Y aunque su primer sencillo, la melancólica «Candy Walls» nos adelantaba desde el 2011 todo lo que se venía por experimentar, no fue hasta el año siguiente que su primer disco titulado simplemente TRST vio la luz y nos tentaba a adentrarnos en él, y bastante difícil que era resistirse. Con una portada tan oscura como intrigante donde una drag queen de estilo gótico delante de un fondo blanco frío nos miraba de forma casi inquietante y nos hacía preguntarnos ¿qué hacía ahí? ¿qué será hoy de su vida?, pero que de alguna manera reflejaba la sensación que provocaba escuchar canciones del lado perverso de la electrónica y una lírica que jugaba a ratos con el erotismo y la sexualidad, claro ejemplo el de «Gloryhole» (agujero donde se inserta el pene y se mantienen relaciones sexuales con alguien del otro lado a través de él).
Dos años después y sin Maya en el grupo, Alfons llevó adelante el proyecto musical por su cuenta y nos trajo «Joyland», un álbum con una atmósfera no tan oscura como la de su precesor, pero que también nos hace obsesionarnos con él e imaginarnos bailando en una fiesta privada rodeados de todo tipo de personajes extravagantes. El año pasado Robert publicó «Bicep», una probada de lo que será su nuevo álbum que todavía esperamos y que según él se escribió en una granja aislada en la zona rural de Canadá y que va sobre el viaje de alguien (probablemente muy narcisista) que lucha contra ideas de impureza y de no sentirse valioso y suficiente.
Este año participó en el disco debut en solitario de ionnalee «Everyone is afraid to be forgotten» en el remix de la canción «Not Human», y sin dudas es todo lo que podemos esperar del próximo material de TR/ST. Es que con el inminente fin/receso/pausa de Crystal Castles y su polémica con su ex–vocalista Alice Glass, el proceso de rehabilitación de drogas de Rou Rot (Crim3s) y una escena musical con poca vitrina para nuevos talentos, no podemos evitar extrañar el sonido que Robert y su estética queer oscura nos hizo sentir.