Por. Nicolás O. García
¿Cómo sobrevivir al caos del Brexit siendo un joven diseñador británico? Richard Quinn parece ser quien mejor lo está sobrellevando, y lo dejó demostrado en el lanzamiento de su más reciente colección otoño-invierno 2020/2021. Con la experiencia de haber trabajado en Dior y Richard James, en 2016 se atrevería con su propia firma, la que lleva su nombre, y ha recibido distintos reconocimientos como el premio de diseño 2017 otorgado por H&M y el premio Reina Isabel II al diseño británico el año siguiente, entregado por la mismísima Reina Isabel II.
En resumidas cuentas, experiencia es lo que le sobra a este joven talento, si hasta figuras famosas han lucido sus prendas, como Kendall Jenner en la gala de los Premios Emmy, o Rosalía en el video de «Yo x ti, tú x mi». Un estilo muy similar es lo que pudimos apreciar en su última colección, donde las flores fueron uno de los principales protagonistas, ya fueran enormes estampados en vestidos y faldas, u ostentosas piezas añadidas a cada prenda.
La fantasía de Quinn para esta ocasión es construir una casa, centrada en Londres pero mirando al mundo. «Me estoy imaginando una casa con habitaciones que tienen a todas estas personas diferentes que viven en estos interiores, ya sean duras, oscuras y sexys sadomasoquistas, así como las más románticas», comentó el diseñador. Y así comenzó la pasarela, con modelos que llevaban atuendos de cristales y perlas, látex, cuero y máscaras que impedían ver sus rostros. Algo de aquello fue una mescolanza (en un buen sentido) de elementos que habíamos presenciado en colecciones de Gareth Pugh, Maison Martin Margiela y en particular la colección de otoño 2018 de Moschino, pero claro, con un sello único que sólo Quinn podía darle.
Lo más destacable de esta colección tal vez parece ser la inclusión de vestuario masculino en esta misma línea de extravagancia, sobre aquello Richard declaró «Si estamos construyendo una casa, necesitamos hombres y mujeres en ella», por lo mismo varios atuendos para hombres fueron expuestos, y sorpresivamente ninguno de ellos tenía algún corte distinto o algo de «sobriedad» sólo por ser masculinos. La metáfora de la casa Quinn continuó hasta el final en su alfombra roja camp que parecía estar inaugurando un imperio, del cual únicamente Richard Quinn tiene las llaves. Revisa a continuación algunos de los looks más destacados