Cadenas, máscaras, sumisión, sangre y una agresiva puesta en escena fue lo que se vio en la performance «SIDARIO», presentada por el fotógrafo y activista VIH Nicolás O. García en colaboración con el estudiante de psicología y también activista VIH Matías Rivera, en lo que fue una presentación que pudo ser vista por al rededor de 80 personas.
El trabajo comenzó como un proyecto de fotos de Nicolás, pero poco a poco fue tomando forma hasta tomarse uno de los principales atractivos turísticos de Santiago, el colorido paseo Bandera, el cual fue testigo de la performance. «Todo esto comenzó por un trabajo para mi instituto, donde teníamos que trabajar la ciudad, entonces yo pensé en darle la vuelta a eso e intervenir la ciudad de alguna forma, y se me ocurrió relacionarlo a mi activismo, fue ahí cuando conocí a Matías que también es activista y entre los dos hemos trabajado mucho para lograr algo que transmita un mensaje profundo, y denuncie las vejaciones de las que somos víctima todos quienes vivimos con VIH por parte de una sociedad y de una política que no nos ampara», declara el fotógrafo.
«SIDARIO» es una metáfora que mostró de forma gráfica y violenta la discriminación que día a día sufren las personas VIH+ por parte de su entorno, contando una historia de forma estética que narra los prejuicios, ofensas e injusticias que las personas seropositivas enfrentan a diario por parte del Estado y la sociedad, y cómo éstas pueden hundirte hasta lo más bajo, no obstante el final de la performance vuelca la figura sumisa de esta persona, empoderándola y resignificando su condición. Respecto a eso, el protagonista de la performance, Matías, comentó: «Yo en las performances previas había realizado siempre hago una lectura de una prosa que yo escribo, entonces ahí tomamos diferentes elementos que le fueron dando un poco más de forma a todo este proceso. Determinamos que esta performance iba a plantear la problemática de la imagen del Estado y sus instituciones y cómo se relacionan con la población que vive con VIH/Sida y cómo históricamente no han sido capaces de dar una respuesta expedita, ética e integral a esta población y que hay un profundo abandono y de falta de voluntad política al respecto».
El primer circuito de performances denominado «Quimiotaxis» ya concluyó, pero está por comenzar la segunda etapa denominada (con doble sentido) «Fag.ocitosis», que nos invita a replantear las dificultades y vivencias de un grupo social históricamente marginado. Te invitamos a revisar algunas fotografías de este trabajo a continuación.
