Por. Javiera Acuña
Definir las tendencias, es algo complejo, principalemente por que parte de entenderlas, es también lograr entender desde donde nacen.
Se les ha definido muchas veces, específicamente hablando de moda, como patrones estéticos puestos estratégicamente por marcas y personas influyentes en el mundo de la moda para tratar de dirigir el mercado en direcciones concretas de colores, tejidos y tipología de prendas.
¿Pero qué fue primero, el huevo o la gallina?, ¿Fueron primero los diseñadores o los consumidores?, ¿De dónde nace la inspiración de las grandes marcas?, ¿De las calles o de un concepto abstracto?, ¿Cómo es que todo eso se fusiona en algún punto?, ¿la identidad crea tendencias? y como es que se llega de alguna manera a «acuerdos» en cuanto a estas.
En primer lugar están quienes crean tendencias y quienes las siguen. ¿Quién es que?. Lo interesante de este planteamiento es que no depende únicamente del rol diseñador/usuario, sino, según mi punto de vista está relacionado directamente a la identidad. El creador, es quién valga la redundancia «crea» y uno pensaría que esa labor está indiscutiblemente en manos del diseñador, pero no siempre es así.
Muchas marcas, sobre todo de fast- fashion, están en el mercado principalmente por las ganancias que este puede traer y no con un fin creativo, por lo cual el seguir las tendencias que ya se probaron como funcionales, para ellos representa un buen negocio y eso es lo que les importa, las ganancias.
En su contraparte, muchas tendencias que hoy usamos o que utilizamos en algún momento de nuestra vida, se dieron por un usuario, por una persona que decidió cambiar algo en una prenda ya existente, por una persona que decidió darle otro uso, para el cuál no estaba hecha cierta prenda y por otras personas más que decidieron imitar este actuar. En este caso, el usuario, que pudo no haber hecho, o diseñado una prenda desde 0, le dio otra vida y quizás sin buscarlo, creo una tendencia. Es a partir de este escenario que la relación tendencia e identidad toma fuerza.
Las tendencias desde este punto, surgen de determinados grupos disruptivos, muchas veces marginados, que no pueden acceder a «lo que está de moda», por distintos factores, pero que debido a ello crean nuevas maneras de expresar su individualidad, que luego son observadas y comercializadas. Es por ello que las tendencias muchas veces nacen de temas sociológicos que van más allá de la moda. Y por otro lado, hay un deseo de ser diferente, y construir una identidad desde una base que uno mismo genera.
También hay que tener en cuenta que existen agencias, como la conocida WGSN, que a través de “coolhunters”, investigación y análisis de la sociedad, determinan gustos, costumbres, formas de consumo y todo comportamiento que pueda derivar en una tendencia. A partir de las cuales generan información para marcas que van desde la paleta de color de la temporada hasta las siluetas o tejidos predominantes.
Lo que a mi personalmente me llama mucho la atención es que el sesgo de estas agencias o la linea que decidan tomar puede o no crear y ser el inicio de cierta tendencia debido a la gran influencia que pueden tener en las grandes marcas y quizás existe la posibilidad de que en muchas ocasiones, las decisiones estéticas de estas mismas agencias terminan generando el nacimiento de muchas de las tendencias actuales.
Para mi, personalmente las tendencias deben tener un trasfondo social ya que inevitablemente se generan y nacen en la calle, desde la marginalidad, desde la ausencia de recursos que promueve el ingenio, una realidad del momento que se alimenta y retribuye de su entorno, ya que por más que el diseñador entregue una propuesta, si esta no cobra vida por medio de las personas, esta jamás será una tendencia.
Y es por eso y sólo por eso, que este titulo está al revés en el orden de las palabras ya que a mi parecer los seres disruptivos son quienes a través de su genuina demostración de identidad, sin quizás buscarlo, crean tendencias.
Desde esta perspectiva la pregunta indicada para saber que vino primero y dónde nacen las tendencias, no es el rol, sino la labor.
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