Por. Nicolás O. García
La industria de la moda debe ser el mundo más mutable, y que avanza a pasos más acelerados que el común de las personas, por lo mismo es destacable como los diseñadores experimentan a través de la vanguardia con cada colección que lanzan, pero también ha acaparado la atención de todos el cómo cada vez las pasarelas son recorridas por una diversidad enorme de cuerpos e identidades. Y no sólo hablamos de modelos con cuerpos estándar (llamadas plus-size), o modelos transgénero (a pesar de la polémica reciente de Victoria’s Secret que no desea incluir modelos trans en sus desfiles), sino que cada vez es más frecuente observar modelos que rompen los márgenes debido a alguna diferencia física que los hace únicos.
Un conocido ejemplo es el de Shaun Ross, modelo estadounidense de origen afroamericano que ganó popularidad por ser de los primeros modelos albinos masculinos, o el de Winnie Harlow, quien padece vitiligo y se ha adueñado de las pasarelas más importantes del último tiempo. Asimismo, conoceremos a Melanie Gaydos, quien nació con displasia ectodérmica, un desorden genético que ocasiona un desarrollo anormal en varias partes del cuerpo. Quienes lo padecen suelen tener la piel muy blanca y fina, pelo escaso y delgado (a veces inexistente), pocos dientes y uñas con aspecto distinto al normal. Además esta condición genera poca tolerancia al calor, ausencia de lágrimas y/o sudor y visión deficiente; afecta aproximadamente a una de cada 100 mil personas y no tiene cura.
Melanie nunca se sintió distinta al resto, pero su entorno se lo hizo saber, a pesar de no entender por qué la miraban diferente. Fue rechazada durante toda su infancia, lo que eventualmente la hizo sentir muy mal consigo misma, asegurando que deseaba no haber existido, sin embargo su fortaleza la llevó a seguir adelante logrando expresar la «rareza» del cuerpo humano mediante el modelaje. “Empecé a modelar no por otros, sino por mí. Pero lo que me he dado cuenta es que al hacerlo por mí, inspiro a otras personas a sentirse más cómodas consigo mismas”, declara Gaydos, que siempre soñó con ser grande, estar en un afiche o en una pantalla de cine.
Estudió bellas artes y se dedicó a hacer autorretratos, los que le ayudaron a aceptar sus diferencias y a descubrir su propia belleza. Melanie se adentró en el modelaje cuando por consejo de un novio respondió a algunos mensajes en una página de clasificados en las que varios fotógrafos estaban aburridos de retratar modelos típicas por lo que buscaban rostros únicos, así empezó a consolidar un pequeño portafolio, y llegó a convertirse en protagonista de un video de la banda alemana Rammstein. La incomparable modelo ha desfilado en innumerables ocasiones y posado para varios conocidos fotógrafos, y cuenta que cuando algunas personas comparten sus fotos en internet, es frecuente que usen la palabra “fea”: “No es algo que no haya oído antes. Pero nunca me he considerado fea, ni siento que lo sea», y es que al parecer la superficial industria de la moda es cada vez un poco más consciente de las enormes diferencias que existen entre los seres humanos, y poco a poco nos acerca a personas y estilos de vida únicos en el mundo.