Por. Javiera Acuña
Cada día hay más películas con romances centrados en la comunidad LGBTQI+, sin embargo, éstas no son tantas como a todes nos gustaría, por lo cuál cada vez que sale una nueva, con buenas tomas, buena actuación y dirección de arte, automáticamente se convierte en un emblema de la comunidad, ganando múltiples seguidores.
Así es como sucedió con Call me by your name el año 2017, que como los fieles seguidores a la pelicula sabrán, es una historia que ocurre en Italia de los años 80. Protagonizada por Elio, de 17 años, cuyo padre, un prestigioso académico e investigador, recibe a Oliver en temporada de vacaciones para que le ayude con sus artículos académicos. Oliver es mucho mayor que Elio, pero su relación pasa desde el rechazo a la amistad, lo que finalmente se convierte en deseo y atracción sexual.
Call me by your name relata y recrea una historia de amor gay con una cierta naturalidad que da envidia, haciendo de cada detalle algo trascendental. En la película no se habla de sexualidad ni de orientación sexual, lo que se agradece ya que el drama deja de centrarse en el rechazo social y el escarnio público que abunda en películas con protagonistas de la comunidad LGBTQI+.
Por tanto, la sociedad opresora que tantas veces ha servido de argumento para películas gay, aquí, apenas tiene cabida. La batalla se centra en la aceptación propia, recreando el descubrimiento y el despertar sexual sin prejuicios, para contarnos una historia de amor con encantos y desencantos.
Sin embargo, ¿Es esta película un ejemplo? Y realmente abro el debate, aunque quizás mi postura no es la más alentadora.
En primer lugar, la diferencia de edad de los protagonistas es evidente físicamente (hablando específicamente de la película). Ya que según el libro el personaje principal Elio, tiene 17 años y Oliver 24 (en la película parece tener como mínimo 28 o 29 años). Pero son 7 años los que los separan.
Siete años no es tanto y a medida que pasa el tiempo nos damos cuenta que siete años pasan volando, sin embargo, son siete años de experiencias más, siete años en los que te relacionaste, aprendiste y reflexionaste. ¿Cuánto has cambiado o evolucionado en un sólo año? Y ahora imagina conocer a alguien que aún tenga ese camino por recorrer ¿Crees que a la larga y en los distintos aspectos de la vida, podrá ser una relación simétrica?.
Además, por mucho que sea algo determinado por la sociedad y las leyes, no hay que perder de vista que uno de los protagonistas es menor de edad y como dijimos anteriormente, se encuentra en pleno despertar sexual.
Esta situación da bastante para pensar ya que no sólo estamos normalizando una relación con una gran diferencia etaria, lo que no tiene nada de malo, si las partes involucradas son adultos, sino que estamos creando una fantasía en torno a la relación de un menor de edad en un proceso de auto-descubrimiento con una persona que ya pasó por ese proceso en la vida.
y no es que no crea que las relaciones con una diferencia de edad no puedan funcionar, sin embargo, claramente a los 17 años no se tiene una real consciencia y conocimiento de la vida, ni relaciones que podría tener la misma persona, siete años después, por lo cuál existe una desventaja, que no necesariamente está determinada por la inmadurez, pero si por la inexperiencia, lo que inevitablemente va de la mano con la edad.
Por tanto, Oliver se encuentra en una posición de poder, por sobre Elio. Quien no se encuentra en igualdad de condiciones, nivel de consciencia ni experiencia y por tanto es claramente una relación asimétrica, por lo cual yo me pregunto ¿Es correcto crear una fantasía en torno a una situación desigual? ¿estamos romantizando una situación de abuso? ¿cuál es la diferencia que nos hace condenar «Lolita» y no esta película?
Los leo.