ART & MUSIC

CONVERSAMOS CON RUCITAMA, ARTISTA Y ACTIVISTA TRANS NO BINARIE.

Rucitama, oriunde de Concepción, nos cuenta sobre sus inicios, la pandemia y el nuevo mundo que le ha llevado a crear desde otra vereda. Nos cuenta sobre el trabajo colaborativo, su desarrollo personal como persona trans no binarie y su activismo con la causa.

Te invitamos a leer la entrevista a continuación:

Fotografias: Lester Villarroel

Para comenzar cuéntanos sobre ti, sobre tu adolescencia, sobre crecer en Concepción de dónde eres oriunde, ¿fue difícil o más bien tranquilo?

Concepción es una ciudad tranquila, quizá demasiado tranquila, a veces sentía que era una condena estar en un espacio que me resultaba tan lento y letárgico, hay una temporada de lluvia larga en general, lo que te obliga a encerrarte en casa, a mirar para adentro. Me refugié en la lectura y la música para sobrevivir, perdí el poco miedo que me quedaba de estar conmigo y logré canalizar mis ideas en textos, en canciones, en todos los formatos que se me atravesaron.

Concepción es un lugar un poco fascista, a la gente le gusta mucho seguir las reglas y siempre choqué con esas cosas, con el pololo pinochetista de mi tía diciéndome que no le hablara porque tenía el pelo teñido azul, con la vecina del negocio que a los 5 años me preguntó si me hubiera gustado ser mujer, con los inspectores del colegio persiguiéndome porque participaba activamente en la política escolar… Supongo que tomo todas esas cosas como parte del «desarrollo del personaje» a estas alturas, fueron difíciles, pero más difícil fue después.


¿Cómo se fue desarrollando tu alma de artista?

Desde que tengo memoria entendí que había formas de expresar los sentimientos que no cabían en las palabras o en los sonidos puros, que eran inenarrables. Sabía que la expresión artística era una herramienta que permitía explicar cosas y une decidía cómo usarlas.

Violeta Parra hacía letras que contaban historias en canciones que sonaban como la música histórica del territorio que habitó e investigó, su trabajo tiene mucha información en todos los niveles y comprendí que esa era una forma de canalizar las inquietudes tanto personales como colectivas, muchas de mis canciones tienen esa impronta muy marcada también.

Creo que más que un alma de artista soy una persona que cultiva un oficio, trabajo muy duro y me esfuerzo para transformar en canciones, escritos o dibujos las cosas que me van pasando o que observo a mi alrededor, porque me importa mi mundo interno pero también el mundo que habito.


Tus letras tienen un alto contenido de lucha social, eres activista contra la discriminación. ¿Crees que esto ha repercutido de forma positiva o negativa en tu carrera? Te preguntamos esto ya que sabemos que en Chile el hablar de ciertos temas conlleva censuras, si bien han variado a través del tiempo, sabemos que sigue ahí, coartando libertades sobre todo a artistas.

Desde que comencé a cantar y a presentarme he estado fuera de la industria, si bien mi primera grabación fue parte de un compilado de la SCD de un festival que gané el 2008 ha sido la única vez en que he tenido participación industrial y fue muy minoritaria.

La industria musical (las industrias como concepto en general) es ingrata, se forja con parámetros comerciales y la verdad es que yo no hago mi música para venderla. Me interesa que me paguen por interpretarla y registrarla: sí, pero no me motiva el dinero al momento de crear, mis mayores momentos de lucidez creativa han sido coincidentes con los de mayor pobreza.

En general no he tenido acceso a la exposición pertinente, puede ser por los temas que trato o puede ser porque no es algo que haya gestionado de la mejor manera precisamente por mi clase. Hubo un tiempo en el que comencé a componer canciones con estructuras radiales y luego de hacer muchas así me di cuenta que tampoco llegaban a sonar en las radios, ahí decidí que iba a hacer canciones como quisiera porque ni adaptándome a los términos industriales lograba figurar así que por lo menos iba a serme fiel y no guiarme por formatos preestablecidos, curiosamente al despegarme de esas exigencias he logrado tener mayor solidez en mi trabajo porque lo siento más auténtico y real.

Según he podido observar las personas trans desencajamos porque nos interesa innovar, porque inventamos nuestras propias formas de expresar y eso a muches les resulta chocante y poco atractivo porque requiere más atención…


Tus trabajos han sido creados desde la autogestión, ¿que opinas sobre el apoyo al artista nacional?

Partiendo de la base de que no tenemos ministra siento que no existe apoyo. Hay fondos que se concursan y se destinan pero no existen políticas de desarrollo en el ámbito artístico, no hay formación de audiencias, no hay valoración del trabajo artístico, aunque irónicamente en estos tiempos de confinamiento y dictadura sanitaria son lo que ha mantenido con vida y algo de cordura a las personas encerradas en sus casas, mirando una serie, escuchando canciones, viendo películas, paseando por museos virtuales… Todas las iniciativas que me entregaron algún dinero en estas circunstancias de emergencia fueron levantadas por personas, no por el Estado y eso es preocupante. 

La autogestión es una herramienta que abrazas desde la precariedad, y digo que se abraza porque implica armarse de paciencia y trabajar mucho más, no poder dedicarse exclusivamente a la labor, avanzar más lento, colectivizar cosas. Yo lo veo como un constante aprendizaje y eso es maravilloso, pero también es muy agotador. 


¿Como haz sobrellevado la pandemia a nivel creativo?

Al principio sentí que iba a enloquecer. Lo único que me resultaba hacer era comer, tener pena y pintar con tinta china porque un mes de pandemia la loopera con la que hacía música dejó de funcionar por capricho, dejándome sin mi herramienta de expresión, así que me refugié en la tinta.

Comencé a estudiar el color y dibujaba a diario, comencé a estudiar el tatuaje tradicional y a mezclar las dos cosas, tuve que cambiarme de casa entremedio, luego migrar de una ciudad a otra.

Ha sido difícil mantenerse desarrollando todas las cosas que hacía habitualmente, primero vino el remezón de Octubre del 2019 donde se cambiaron los esquemas de la creación y luego vino la imposibilidad de presentarse o de compartir cosas de forma grupal, otro cambio de paradigma.

Siento que he tenido suerte y he podido compartir inquietudes creativas con otras personas gracias a la internet, por ejemplo, el año pasado participé de un taller gratuito de Maña, de literatura y escritura. Este año participé de un taller sobre Gabriela Mistral de Refugio Von, y estoy también ahí mismo en un taller de música con máquinas, donde Tatuara (músique y productore maravillose) nos enseña a autoproducirnos. Además de crear un Laboratorio de Canciones que realizamos semanalmente con algunes músiques de Valparaíso, Viña y Santiago; donde compartimos nuestros procesos, desarmamos canciones y las volvemos a armar, ha sido muy edificante colectivizar nuestro trabajo y poder tener retroalimentación a pesar de la distancia y las circunstancias. Suena a mucho, pero ha sido mucho tiempo el que hemos estado en estas circunstancias.


Te identificas como trans no binarie, ¿cómo ha sido el proceso para lograr llegar a desvincularse de esos roles impuestos y asumir tus pronombres?

Para mí siempre fue una pulsión que tuve dentro, había un impulso de diferenciación que siempre sentí pero no sabía cómo nombrarlo.

Hablo detalladamente de estos asuntos en una videoperformance llamada «Pronombre Neutro» disponible en youtube, que básicamente consiste en mi voz hablada explicando la forma en la que vivo el género mientras me tatúo «ELLE» a mi misme en la frente.

El proceso ha sido bastante difícil porque el mundo en general opone resistencia a cualquier cambio y se ofende cuando se le reclama por transfobia (transodio), como si esta pudiera ser definida o descrita por una subjetividad cisgénero… Lo difícil en general son les demás, para mí es completamente tranquilizador decir que soy trans no-binarie porque me ayuda a explicar lo que siento y me permite exteriorizar mi sentir respecto al género que habito, pero les demás se complican en vez de conducirse con empatía.

A las personas les cuesta callarse y poner atención. Hay una canción donde digo «Tengo la boca seca de tanto explicar» y siento que resume mucho lo que las personas trans enfrentamos cotidianamente con más o menos paciencia.


¿Cuáles son tus principales inspiraciones a nivel artístico?

Históricamente Violeta Parra en todos los formatos en los que trabajó. En la música me alimento mucho con Fiona Apple, Christina Rosenvinge, Javiera Mena, Liliana Felipe, Shakira, Mercedes Sosa, Fakuta, Violeta Castillo, La Prohibida, Mon Laferte, The Organ, Sara Hebe, Anhoni, Gossip y un largo etcétera.

Visualmente Beth Ditto como modelo e ícono de la moda además de ser cantante, Lester Villarroel que es un fotógrafo maravilloso, creador de universos. Anton que trae a la realidad un imaginario futurista por medio del acrílico y los hologramas.

Del mundo del tatuaje puedo destacar a Idris Maddox, que trabaja una estética vampira impecable y muy pulcra.

De la performance travesti (o mundo drag, dijo la colonizada) puedo señalar a Furia del Nilo, Norma Mor e Hija de Perra.

Recibo también mucha inspiración de mis amigues que catalizan lo mejor de mí siempre,  alumbran mi cotidiano y me colaboran para sacar lo que tengo dentro a pesar de la distancia, la creación es colectiva y siempre es necesario un círculo íntimo donde poder compartir cosas antes de mostrarlas públicamente.


Finalmente cuéntanos sobre futuros proyectos musicales, performáticos, artísticos, ilustrativos, sobre tus tatuajes, etc.

Actualmente estoy habitando Concepción y he tenido un poco en pausa el tatuaje, es algo que cultivo de hace 3 años y pretendo seguir haciendo, sin presiones.

Hacer performance en estos contextos está un poco difícil porque en ese sentido soy a la antigua y necesito al público frente a mí. Actualmente estoy trabajando en algunas canciones que grabé en Valparaíso, pretendo sacar un EP con ellas y así seguir en la racha de sacar una producción anual que empecé el 2019.

Pueden revisar todo mi material en las plataformas digitales. Mis discos completos están en http://rucitama.bandcamp.com (en spotify no tengo licencia para compartir los covers que contienen y están sin interludios).

Espero que nos encontremos en vivo pronto porque ese es mi territorio, si tienes la ocasión de verme anda porque trabajo por cada peso que pagas por asistir.

También puede gustarte...