Por. Nicolás O. García
Siempre es un placer un poco de electropop francés, y un referente icónico de aquello es Yelle. La banda conformada por Julie Budet, GrandMarnier y Tepr estrenó su cuarto álbum de estudio ‘L’Ère du Verseau’ (La era de Acuario) a comienzos de septiembre, y sin duda es una redefinición del sonido característico de la agrupación, pero sin alejarse demasiado de las raíces que los vieron nacer en 2006. En Trashi te hacemos una pequeña reseña para que te animes a escucharlo.
Tras el lanzamiento de su colorido y divertido álbum ‘Complètement Fou’ en 2014, el trío francés se tomó un merecido descanso (el más largo desde que se iniciaron en la música), y este año decidieron retornar oficialmente con un trabajo de larga duración luego de haber lanzado un par de singles sueltos. Su regreso supone un giro bastante removedor, ya que este LP llega bajo su propio sello discográfico «Recreation Center», después de romper toda relación con su anterior productor Dr. Luke, quien fuera acusado de abuso sexual. Además mucha inspiración detrás de este disco se basa en el dolor vivido por su vocalista debido a la muerte de su padre hace un par de años, como lo expresa en una de las canciones, «Mon beau chagrin» (Mi hermosa pena), quizás la canción menos alegre del álbum.
El disco consta de 10 canciones, con una estética y sonidos un poco más oscuros que sus producciones anteriores, pero nada que no se pueda disfrutar. Las canciones resultan un poco más «sofisticadas» que sus éxitos más conocidos como «Je veux te voir», más que nada porque resulta algo más experimental y menos comercial. El primer sencillo lanzado se titula «Je t’aime encore», una melancólica melodía dedicada a su país natal Francia, que cobra fuerza progresivamente mediante los sintetizadores y que cuenta con un video tan simple como hermoso, filmado en una sola toma, se observa a un peluquero cortando el cabello de Julie Budet, que interpreta la canción y hacia al final de esta se revela que el cabello es en realidad una peluca. El resto de ‘L’Ère du Verseau’ fluctúa en ritmos distintos por cada canción, pero que agrupadas en un solo material cobran sentido, logrando una cohesión que refleja el momento actual de Yelle como grupo, fruto de una madurez tanto emocional como musical.
El segundo sencillo «Karaté» es mucho más alegre y bailable, siendo una de las canciones más pegajosas del álbum, mientras que el tercero y más reciente «J’veux un chien», vuelve a un instrumental más pausado y relajado, sin opacar la voz de Julie, que se destaca lo suficiente en cada pista. Tal vez no sea un disco que enganche a la primera, quizás necesites escucharlo más de una vez, porque mientras más lo haces, más envolvente se vuelve, y al ser corto, más digerible aún. Después de todo 2020 no está siendo un año tan terrible, al menos hemos recibido buena música. ¿Te aventuras a darle una oportunidad?
